Marin Eugen, Sabau, ‘el pistolero de Tarragona’, recibirá la eutanasia. La Audiencia provincial tarraconense, tras el recurso presentado por la defensa de los dos agentes de los Mossos heridos, ha considerado, como ya hizo la juez instructora del caso, que el derecho a morir de manera asistida prevalece por encima de cualquier otro procedimiento judicial que avale o justifique la interrupción al derecho de eutanasia.
Los dos agentes heridos presentaron un recurso tras la decisión del Juzgado de Instrucción 5 de Tarragona, que avaló en primera instancia la muerte asistida de Sabau, alegando que con esta decisión se estaba vulnerando su derecho a la tutela judicial efectiva. No obstante, este jueves, definitivamente, la justicia ha decidido que no se parará el proceso, dando, así, luz verde a la eutanasia.
El pistolero ya cuenta con la aprobación de la Comisión de Garantías
Esta decisión llega dos días después de que la Comisión de Garantías del Departamento de Salud de la Generalitat, encargada de estudiar los casos de personas que solicitan la eutanasia, diese también su visto bueno a la ejecución de este derecho. Para dicho organismo cree que el solicitante cumple todos los requisitos para recibir la muerte asistida: “sufrimiento grave, crónico e imposibilitante”. Por eso, al margen de la “polémica jurídica” que ha provocado el caso, la Generalitat ya avaló este martes el proceso de eutanasia.
Con todo, con esta decisión la sala segunda de la Audiencia Provincial desestima el recurso de apelación interpuesto por los agentes heridos. En el auto judicial, donde se justifica dicha desestimación, se explica que en el ordenamiento jurídico español no se contempla que un juez pueda intervenir en la decisión personal de morir de manera asistida. También se explica que, a efectos legales, la muerte asistida tiene la misma consideración que una muerte natural.
De este modo, esta decisión, junto con el aval de la Comisión de Garantías, acercan la culminación del proceso para Marin Eugen Sabau que sufre, desde el día de su detención, una lesión medular irreversible.
Herido tras atrincherarse en una casa de Riudoms
La historia del ‘pistolero de Tarragona’ se remonta al pasado 14 de diciembre cuando este vecino de Alcover, de 46 años, entró armado en su antigua sede de Securitas en Tarragona, ubicada en la plaza del General Prim, y disfrazado con una gorra y una peluca abrió fuego contra sus excompañeros. Descerrajó varios tiros contra el gerente, que quedó en estado crítico. Después contra otro trabajador que intento frenarle y, finalmente, disparó también a la jefa de servicio. Eran las 11:15 de la mañana. Luego, huyó conduciendo su propio vehículo, un Citroën Xsara gris.
Los Mossos d’Esquadra rápidamente se movilizaron, poniendo en marcha un dispositivo “jaula” para evitar que huyera. En este contexto y en el marco de su huida, disparó también a un agente de los Mossos que le identificó en un control, hiriéndole en un brazo. Tras disparar contra los Mossos, Sabau condujo hasta una masía abandonada en Riudoms, a pocos kilómetros. Un vecino le advirtió y avisó a los Mossos. Fue entonces que el Grupo Especial de Intervención (GEI) montó el dispositivo que logró su detención.
Ingresó en el Hospital Penitenciario de Terrassa
El pistolero se atrincheró con varias armas de fuego, de las que poseía licencia sólo para algunas, y un chaleco antibalas. Tras una desafortunada negociación los agentes del GEI se vieron obligados a abatir a Eugen, que también disparó contra ellos. Le dispararon en brazos y piernas, heridas que le provocaron la lesión medular irreversible que sufre en la actualidad y que ha sido el justificante para iniciar todos los trámites de la eutanasia. Tras la detención ingresó en el Hospital Penitenciario de Terrassa, donde se encuentra a día de hoy.