A lo largo de toda esta semana va a tener lugar en la Audiencia provincial de Girona el juicio contra los presuntos responsables de los ataques con explosivos al burdel más grande de España yuno de los prostíbulos más grandes de Europa, el “Paradise”, situado en La Jonquera.
“Paradise” mide 3.000 metros cuadrados y en verano llega a albergar a 350 mujeres explotadas sexualmente. Sólo con ese número ya se supera la media de más de una mujer prostituida por cada diez habitantes del municipio de La Jonquera.
Tres ataques con explosivos
Los hechos ocurrieron que ahora se juzgan ocurrieron hace casi diez años, concretamente en diciembre de 2012. El primero, el día 12 de ese mes a las seis de la madrugada, cuando dos hombres que iban en moto lanzaron dos artefactos explosivos, uno al almacén y otro a cinco metros de la puerta de entrada. El primero sí que explotó –causante daños y estragos– pero en el segundo falló el detonador.
El segundo ataque se perpetró el 23 de diciembre, hacia las siete y mediade la tarde. Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, habría cuatro personas involucradas, que iban con pasamontañas y armas largas. Dos de los asaltantes dejaron un coche ante la puerta del local y gritaron que dentro había una bomba. Acto seguido huyeron con otro vehículo. Más tarde la investigación policial desveló que en el vehículo había dos bombonas de butano adentro y, entremedias, una carga explosiva de TNT y pentrita, que tampoco llegó a detonar.
El último de los atentados tuvo lugar el 31 de diciembre, la nochevieja del año 2012. Esa noche los Mossos d'Esquadra recibieron una llamada avisando que había una bomba dentro del establecimiento que explotaría a medianoche. Tras evacuar a casi mil personas que había dentro del macro prostíbulo en ese momento, revisaron el local, concluyeron que había sido una falsa alarma para atemorizar al dueño del burdel. De hecho, en la llamada, la voz distorsionada también reivindicó los dos ataques anteriores en nombre de un grupo llamado Orca666 y lanzó una advertencia contra el amo del local.
El principal sospechoso murió en otra explosión
La investigación policial concluyó en 2013 con la detención de seis hombres, cinco de los cuales son los que se sientan esta semana en el banquillo de los acusados, en la que se bautizó como “Operación Rockefeller” . El sexto, y considerado el jefe de la banda, murió cuando hizo explosión un artefacto en su propio coche.
Esta muerte sucedió en Viladecans el 30 de noviembre de 2017 a media mañana, en un aparcamiento situado en el número 6 de la calle Santiago Rossinyol i Prats de la localidad barcelonesa. Desde el primer momento de la investigación se descartó que la explosión se tratara de un ataque terrorista o de un accidente, vinculando el hecho a una actuación del crimen organizado.
El Área de Investigación Criminal (AIC) de los Mossos d'Esquadra asumió las pesquisas sobre la explosión, en la que participaron artificieros de los Tedax de los Mossos d'Esquadra, así como de la policía científica.
Testifical del dueño del burdel
En la primera sesión ha testificado José Moreno, un conocido mandamás en los grandes locales de prostitución, ya que además de ser el dueño de “Paradise”, también había gestionado otros grandes burdeles como “Edén” o “Eclipse”.
En su declaración ha negado que recibiera amenazas de ningún tipo y se ha desvinculado de los hechos de manera que casi parecía que habían sido fortuitos, en una clara maniobra para no declarar directamente contra los acusados. Ha ducho que nunca se explicó la razón de los ataques.
También han declarado hoy otros empleados de la seguridad y la limpieza del local, pero ninguno ha podido identificar a los acusados como los autores de los atentados.
El juicio continuará toda la semana con la práctica de la prueba propuesta por las partes y las conclusiones finales.
Los números del “Paradise” investigados por la Audiencia Nacional
El macro burdel fronterizo se enfrenta a una acusación de presunto fraude de diversos impuestos por valor de cerca de 111 millones de euros. Aunque hoy mismo Moreno ha dicho que ya había pagado a todo el mundo, la Audiencia Nacional tiene abierto un procedimiento contra Moreno y su colaborador, Simón Moruny, en el que investiga si los dos hombres defraudaron diversos impuestos en los beneficios que consiguieron de la prostitución a gran escala en toda España, tal y como adelantó el Diari de Girona.
La causa emana de la Operación Pompeia, lanzada en 2015 por supuesta actividad ilícita en los clubes entre 2010 y 2014. En aquel momento, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) detectó relaciones entre propietarios de cinco redes de prostitución y políticos, futbolistas, empresarios y policías, que requerían de sus servicios.