La sección 21 de la Audiencia de Barcelona ha condenado a seis agentes de los Mossos d'Esquadra a 1 año de prisión y seis meses de inhabilitación por su participación (activa o pasiva) en una controvertida actuación policial acaecida el 10 de enero de 2019 en Sant Feliu Sasserra (Barcelona), cuando insultaron y vejaron a un joven por su color de piel. Cinco de los seis agentes han sido acusados de un delito contra la integridad moral, con agravante de racismo, y una falta leve de lesiones. Sobre el sexto, a pesar de ser condenado a la misma pena, se ha reconocido que no participó en la agresión, aunque se le implica por no haber parado el ataque.
En un principio, la Fiscalía pedía tres años y medio de prisión para los seis agentes, además de cuatro años de inhabilitación mientras que la acusación popular, ejercida por SOS Racismo, reclamaba seis años por lo que consideraba un delito de torturas. No obstante, tras llegar a un acuerdo, los agentes han reconocido los hechos y se les ha impuesto tan solo 1 año de prisión, seis meses de inhabilitación y una multa de 300 euros. Al carecer de antecedentes penales, el tribunal ha acordado la suspensión de la pena, siempre y cuando los condenados no vuelvan a reincidir en los próximos tres años y se sometan a un curso de reeducación social.
Además, el tribunal también ha tenido en cuenta la atenuante de reparación del daño, ya que los acusados ya han abonado 30.000 del total de 80.000 euros con los que tendrán que indemnizar a la víctima en concepto de responsabilidad civil.
Tensión en la sala de vistas
La sentencia no ha gustado a varios seguidores del colectivo SOS Racismo, que han mostrado abiertamente su inconformidad en la sala de vistas. Gritos de "justicia racista y colonial" han puesto el punto y final a una sesión muy marcada por la tensión entre las partes. Los agentes de los Mossos d'Esquadra que se ocupan de la seguridad del Palacio de Justicia de Barcelona han tenido que pedir a los seguidores de la ONG que abandonaran el espacio para evitar posibles confrontaciones con la parte contraria.
"Lo haces porque soy negro? Sí"
Los hechos se remontan a la mañana del 10 en enero de 2019, en Sant Feliu Sasserra, cerca de Manresa (Barcelona).Wubi, que por entonces tan solo tenía 20 años, salía de su casa mientras, de forma paralela, agentes de los Mossos d'Esquadra estaban interviniendo el bloque por un desahucio. El joven se encontró a los agentes en el aparcamiento del edificio y uno de ellos le pidió que se identificara. Acto seguido, según denunció SOS Racismo, otro agente le preguntó si era el "jardinero" del edificio y ya "empezaron a tirarle bolsas de basura, a empujarle, escupirle y propinarle golpes en la cabeza, mientras proferían insultos racistas".
Wubi activó la grabadora de su teléfono móvil y pudo grabar como los agentes le proferían todo tipo de comentarios e insultos racistas. "¿Lo haces porque soy negro? Sí". Entre golpes y gritos, los agentes reconocen abiertamente que son racistas: "racista es poco, mono de mierda", "somos ordenados", "puto negro de mierda", le espetan uno a uno al joven.
Sin embargo, a pesar de las súplicas y de los sollozos, e incluso de llegar a decir que no podía respirar, los seis agentes investigados, pertenecientes entonces a la ARRO, no cesaron. Es más, siguieron durante varios minutos repitiendo insultos de marcada e innegociable índole racista: “la próxima vez que veas a la policía corre, pero intenta irte muy lejos, vete más lejos de África”.