Que la macro causa por corrupción policial (afectaba a Guardia Civil, CNP y Mossos) llamada “Operación Macedonia”, se cae desde hace años como un azucarillo, es más que una evidencia.
Que la supuesta trama criminal organizada entre narcotraficantes y policías que les ayudaban o amparaban, ya sólo está en la mente de juez es una constatación objetiva. La Abogacía del Estado ha abandonado la causa. La Fiscalía Anticorrupción también y el sindicato Manos Limpias, que inicialmente jaleaba y azuzaba el proceder pro activo del magistrado, ahora no sabe y no contesta ni siquiera cuando los acusados recurren contra su señoría.
Recurso en ciernes
Es el caso de tres agentes de la unidad adscrita (expertos en la lucha contra la corrupción) de los mossos investigados desde hace 5 años por el juez. Aguirre dice que estos policías le omitieron información, protegieron a narcotraficantes y que manipularon los informes sobre las intervenciones telefónicas a las que fueron sometidos un grupo de presuntos traficantes de droga.
La fiscalía por enésima vez le pide a la Audiencia en un recurso al que ha tenido accesos eltaquigrafo.com que archive la causa contra estos policías por ausencia total y absoluta de indicios. El ministerio público, por boca de la fiscal Ana Gil, ve ilógicos “algunos saltos argumentales del juez” y algunas hipótesis incriminatorias que sustentan un relato sobre el que desde hace años no hay ni pruebas ni indicios.
“El juez , -dice la fiscalía en su escrito-, habla de evidencias supuestamente incuestionables de corrupción en los tres funcionarios imputados de la unidad adscrita de policía judicial de los mossos cuando la DAI (División de Asuntos Internos) que les ha investigado exhaustivamente y con plena confianza del juez en ningún momento han apuntado que las conductas de los tres agentes fueran delito”.
¿Y la pruebas?
Aguirre empecinado en la imputación, cree que estos policías daban cobertura al confidente policial y, según el juez, también traficante, Manuel Gutiérrez Carbajo.
El recurso de la fiscal Gil desmonta uno a uno los “ilógicos” argumentos del juez que lleva investigando esta trama desde hace 8 años y ha sido apercibido por la Audiencia y por el TSJC para que acabe de una vez una investigación cuyas nuevas diligencias, según la Audiencia, no tienen sentido procesal alguno.
Los guardias civiles investigados por Aguirre fueron absueltos y la sentencia de la Audiencia Provincial no fue recurrida. La causa contra todos los agentes del CNP fue archivada. También sobre la mayoría de los mossos.
La hora de la defensa
Transcurridos ocho años sólo cuatro agentes de la policía autonómica resultan aun imputados y todos han recurrido dicha imputación: los tres a los que en este recurso hace referencia la fiscal Gil y un cuarto mosso, el sub inspector Josep Ranea , (que llegó a entrar unos días en prisión preventiva por aceptar una caja de Donuts como supuesto soborno), que en distintos informes ha desmontado uno a uno los puntos de la teoría fabricada por el juez que de forma reiterada se negaba a incorporar a los autos intervenciones telefónicas y otros datos oficiales que iban en la línea de exonerar al agente.
Al menos así lo expone Ranea en sus múltiples recursos. Este subinspector, que hace ya años fue restituidos en su puesto y con todos los honores policiales por la Dirección General de los Mossos, ha presentado unas alegaciones en las que detalla las irregularidades que, en su opinión, se han dado en esta causa que, como se comenta en los juzgados de Barcelona, es un ejemplo de “humo” vendido a la opinión pública.
El juez, al cierre de esta información, no había dado traslado a las parte (al menos a la fiscalía) de dichas alegaciones.