A pesar de que Eugen Martin Sabau sigue ingresado en el Hospital de Bellvitge (Barcelona), donde ingresó de urgencias tras ser abatido por un agente del GEI de los Mossos d’Esquadra; la juez en funciones de guardia ha decretado prisión provisional sin fianza para el este exvigilante de seguridad de Tarragona que disparó contra tres excompañeros y un mosso el pasado martes 14 de diciembre.
El autor del tiroteo tiene causas abiertas por homicidio en tentativa, tenencia de armas y atentando a la autoridad. La decisión se ha tomado de acuerdo con los indicios que hay en el atestado policial, antes de que el sospechoso pasara a disposición judicial, pues sigue grave en el hospital. Esto ha sido así, obra en el auto, porque según la juez este individuo carece de “respeto por la vida humana” y se han tenido que tomar medidas excepcionales.
Además, la magistrada, se extrae del documento, ha tenido en cuenta el riesgo de fuga del pistolero, de 45 años, que vivía solo en un piso de Alcover (Alt Camp), sin familiares a su cargo. A su vez confirma, como ya pensaron los Mossos d'Esquadra desde un primer momento, que el pistolero actuó de forma premeditada movido por el odio contra los responsables de la empresa de seguridad (Securitas Seguridad) en la que había trabajado.
Una deuda el origen de todo el odio
El tiroteó se desencadenó tras una discusión con sus antiguos jefes de la empresa Securitas, sobre el dinero que según él tendría que haber cobrado por un kilometraje cuando trabajaba como vigilante de seguridad. Esta disputa ya provocó que Eugen mandara mensajes amenazantes a sus excompañeros, culminándose el día del ataque.
Según informaron fuentes policiales, eran las 11:15 horas de la mañana del martes cuando el presunto agresor entró pistola en mano a su antigua oficina y disparó contra tres personas que resultaron heridas (una crítica, otra grave y otra menos grave). Tras los hechos, Marín Eugen huyó conduciendo su propio vehículo, un Citroën Xsara del que las autoridades facilitaron la matricula.
Sanitarios del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) atendieron a los tres heridos en el lugar de los hechos para luego ser trasladados al hospital Joan XXIII de Tarragona. En el transcurso de su huida Eugen arrolló a varios vehículos de los Mossos d’Esquadra y al llegar al término municipal de Riudoms, para esquivar un control policial, disparó contra un agente, que también resultó herido en un brazo.
Se atrinchera y tiene que ser abatido
A continuación, se encerró en una casa abandonada en el término municipal de Riumdoms (Tarragona). Rápidamente, los agentes el Grupo de Intervención Especial (GEI) de los Mossos, apoyados por la BRIMO, la ARRO y otras unidades de seguridad ciudadana, rodearon el inmueble. El pistolero se había atrincherado con varias armas de fuego, de las que poseía licencia sólo para algunas, y un chaleco antibalas. Tras una desafortunada negociación los agentes del GEI se vieron obligados a abatir a Eugen, que también disparó contra ellos.
Tras lo sucedido, fue trasladado hasta el hospital de Bellvitge, donde permanece ingresado y bajo supervisión policial.