SOS Racismo pide 6 años de prisión y 12 de inhabilitación para los seis agentes de los Mossos d’Esquadra que agredieron y vejaron a Wubi, el joven negro, víctima de una brutal agresión racista. La ONG, que actúa como acusación particular en nombre de la víctima, considera que hay “indicios razonables y suficientes” que demuestran que los agentes humillaron y maltrataron verbal y físicamente a Wubi durante un desahucio en Sant Feliu Sasserra, cerca de Manresa (Barcelona).
Los hechos se registraron en enero de 2019 y se desencadenaron cuando la víctima no quiso identificarse. Fue entonces, que los seis agentes de la ARRO (Área Regional de Recursos Operativos) sobrepasaron todas las líneas rojas, con un disparo incluido. Por estos hechos, se les acusa de un delito contra la integridad moral y otro de lesiones. Todas ellas acreditadas por un informe del hospital al que acudió Wubi tras la agresión.
Lo grabó todo con su teléfono
La principal prueba contra los agentes es la grabación de audio que hizo la propia víctima y en la cual se reconoce a varios agentes insultándolo, vejándolo e, incluso, amenazándole de muerte. Aunque la denuncia se interpuso en febrero de 2019, los audios no trascendieron hasta junio de 2020 cuando varios medios de comunicación catalanes hicieron la divulgación de su contenido, del que se podían escuchar frases tan denigrantes como: “no eres un humano, eres un mono” o “negro de mierda, la próxima vez que veas a la policía, vete más lejos de África”.
Tras negarse a entregar su documentación, huyó. Pero, arrepentido, volvió para alertar a sus compañeros de la presencia policial e intentar poner algo de paz. Antes, sin embargo, encendió la grabadora de su teléfono móvil. Al volver, según explica la entidad que ejerce la acusación en su nombre, los agentes lo acusaron de haber pegado a un policía y lo llevaron al garaje del edificio que estaba en pleno desahucio. Ahí, le tiraron al suelo, le golpearon con las botas en las costillas, le escupieron y le humillaron con insultos racistas.
Polémica tras la publicación de los audios
Tras conocerse públicamente el caso, varias entidades, además de SOS Racismo, exigieron responsabilidades a la Generalitat de Catalunya, pues los agentes seguían ocupando su lugar en la ARRO. Fue entonces y no antes que el anterior conseller de Interior, Miquel Buch, anunció el cambio de destino. La presión mediática condujo a que, finalmente, dos sargentos de la ARRO reconocieran ante la División de Asuntos Internos de los Mossos las voces de cinco de los agentes. Meses antes aseguraron no reconocer a nadie.
El último revés antes de conocerse que irían a juicio fue la anulación de la rueda de reconocimiento prevista para el pasado jueves 28 de enero de 2021. El recurso que suspendió la diligencia se presentó in extremis, después de que juez de Instrucción 5 de Manresa (Barcelona) rechazara la petición inicial de los seis agentes de la ARRO en la que solicitaban acudir al encuentro con el rostro cubierto.
La decisión del juez implicaba, pues, que los agentes deberían de haber acudido a cara descubierta, ya que el denunciante afirmó que, en algún momento de la actuación, los policías se quitaron la braga que les cubría la cara y los pudo ver. De este modo, los implicados habrían asistido, por orden judicial, “uniformados con su equipo del día del hecho, sin casco y a cara descubierta” y solo podrían haber llevado la obligada mascarilla. Sin embargo, el recurso presentado por los agentes exigía, de nuevo, la solicitud inicial y paraliza la rueda de reconocimiento.