Quinta y desesperada petición de libertad provisional de quien fuera hombre fuerte de la empresa Nike en Brasil y presidente del F.C. Barcelona, Sandro Rosell, que permanece junto con su amigo, el gestor andorrano Joan Besolí, en la cárcel desde el mes de mayo de 2017.
Ambos están acusados de blanqueo de capitales. Según la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, Rosell y Besolí habrían participado en una supuesta trama para blanquear 8 millones de dólares que corresponderían a comisiones ilegales obtenidas por la comercialización de partidos de la selección brasileña de fútbol.
Tiempo desproporcionado en prisión preventiva
El ex mandatario azulgrana y Besolí tratan nuevamente de convencer al tribunal de que, durante 15 meses y de forma insólita (tratándose de un delito de blanqueo de capitales), les mantiene en prisión preventiva.
No se recuerda a ningún imputado que haya permanecido tanto tiempo en prisión preventiva. En un informe presentado por los abogados de Rosell, ante la juez, el ex presidente del Barça, que habla en nombre también de Besolí, habla de lo irracional que, en su opinión, es su situación de prisión preventiva por “anómala, exagerada”, incluso la llega a calificar de “diabólica”.
Rosell explica que personajes como Ángel María Villar, “por unos hechos parecidos a los a que se me imputan”, ha quedado en libertad con una fianza de 300 mil euros.
Cita también al ex presidente de la Comunidad de Madrid que quedó libre con una fianza de 400.000 euros. Rosell menciona el caso de Jordi Pujol Ferrusola, de la espada de Bárcenas, de los condenados por el caso de la manada, incluso del principal condenado por el caso de fórum filatélico que instruyó la misma juez. En todos los casos hubo fianza y libertad.
“¿Se va a fugar Besolí?”
Rosell no se explica como la justicia aún puede pensar que “me voy a fugar”. Según la UDEF, Rosell tiene un patrimonio de 24 millones de euros, un dinero íntegramente bloqueado por la justicia. “¿Con qué dinero se va a escapar Rosell?”, se preguntan sus abogados.
Cuestión añadida es la de Joan Besolí, gestor andorrano de Rosell, con el que comparte celda y que tiene un hijo de 19 años parapléjico desde que sufrió un accidente laboral el mismo día que, hace 15 meses detuvieron a su padre. “¿Se va a fugar Besolí?”, se vuelven a preguntar los letrados.
En el caso de este ciudadano andorrano, que desde el accidente de su hijo, no le ha podido ver fuera de la cárcel ni un solo día, se da la paradójica circunstancia de que otro de los principales acusados, el ex presidente de le Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira, disfruta de libertad y amparo en su país al haber cedido España la jurisdicción del caso a Brasil, “mientras el señor Besolí lleva 500 días confinado en un centro penitenciario español”.
Sin posibilidad de fianza
Sandro Rosell le recuerda a la sala de la Audiencia que, de forma voluntaria, puso a disposición del juzgado 1.583.100 de euros correspondientes a una participación en la empresa TOC, para cubrir una eventual fianza.
De hecho la juez recriminó en un adjunto a Rosell que no mostrara voluntad de pagar fianza. Cosa que ni el imputado, ni sus abogados han logrado aún entender. Bien, pues Rosell e incluso su padre, han puesto a disposición de la Audiencia el patrimonio familiar y, hasta en 4 ocasiones, les han dicho que no.
Todo parece indicar que Rosell y Besolí irán a juicio desde la cárcel (con las dificultades que ello supone para la preparación de la visita junto a sus letrados).
Es inusual y sorprendente el abuso de prisión preventiva que se ha hecho en el caso de estos dos imputados, para muchos observadores “víctimas inocentes de una coyuntura política que les ha ido en contra”.