Vista de apelación 'crimen GUB': «Sentencia basada en suposiciones y conjeturas»

Imagen de la sesión de este lunes.
photo_camera Imagen de la sesión de este lunes.
Los dos condenados por el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona han defendido este martes su inocencia en la vista de apelación a la sentencia, manteniendo las mismas acusaciones cruzadas que expusieron en el juicio.

Este martes, la sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha acogido la vista de apelación por la sentencia del 'crimen de la Guardia Urbana',que dictó penas de prisión de 25 y 20 años para Rosa Peral y Albert López, respectivamente, al considerarlos culpables del asesinato con alevosía de Pedro Rodríguez —agente de la Guardia Urbana, como los dos condenados, y pareja de Peral en mayo de 2017, cuando falleció—.

Las defensas de ambos acusados, motivando argumentos totalmente opuestos, han coincidido en exigir la anulación de la sentencia y la repetición del juicio, básicamente por la falta de motivación del veredicto dictado por el jurado popular que los juzgó, al tenerse en cuenta pruebas referenciales que carecen de peso y objetividad, según las defensas, para convertirse en pruebas acusatorias y ser la base sólida del veredicto.

No obstante, a pesar de coincidir en el objetivo, la dinámica de la vista de apelación, que ambos acusados han seguido de forma telemática desde las prisiones de Wad-Ras y Quatre Camins, siguió la tónica de las sesiones del juicio: acusarse mutuamente de la muerte y negar la planificación del crimen.

Meras hipótesis y conjeturas

La defensa de Peral, ejercida por la letrada, Olga Arderiu, ha denunciado que la declararon culpable por su vida sexual, a raíz de un «linchamiento mediático» que, ha dicho, condicionó el veredicto. «Se juzgó su pecado y no si había o no había matado o participado en la muerte de Pedro Rodríguez», ha esgrimido.

A su parecer, la condena se basa en «sospechas y conjeturas» que no quedaron buenamente justificadas ni en el veredicto ni en la sentencia, que recogió hechos probados (como que durante el mes de Abril, Rosa y Albert volvieron a entablar conversación) para convertirlos en pruebas acusatorias («este acercamiento se debe a que trazaron un plan para acabar con la vida de Pedro», ponía como ejemplo). Por supuesto, el representante del Ministerio Fiscal, Félix Martín, se ha opuesto taxativamente a estas alegaciones y las ha impugnado en su turno de palabra.

Anulación del testimonio de Antonia

La abogada de Rosa sostuvo, por otro lado, que se le denegaron pruebas testificales y documentales que acreditarían la relación entre ella y su novio, el carácter violento de Albert y el miedo insoportable que la agente tuvo los días posteriores al crimen. Arderiu no entiende porque se aceptaron unos testigos y otros no, al considerarlos todos referenciales y, por lo tanto, con una relevancia media.

Y reclamó, de forma insistente, la anulación de la declaración en el juicio de la actual pareja (Antonia) del exmarido de la agente, quien reprodujo a través de la mímica lo que le había explicado la hija de Rosa. Y pidió que se revisara el testimonio de Anyuli —una de las presas con las que coincidió Peral durante su primera instancia en Wad-Ras— porque, a su parecer, estuvo basado en lo que leyó en la prensa, además, de lleno de contracciones y poca objetividad.

Para Albert, Rosa lo manipuló todo

Por otro lado, el defensor de Albert, José Luis Bravo, ha solicitado al tribunal que se absuelva a su cliente por el delito de asesinato y lo condenen por encubrimiento, al ser culpable, únicamente, de «seguir las órdenes y premisas de Rosa Peral». Su cliente, insistió, acudió a la casa cuando Pedro ya estaba muerto y porque la acusada le llamó. Además, volvió a involucrar al padre de Rosa en la muerte de Rodríguez y puso en duda las pruebas periciales de balística que demostraron que a Rosa Peral no le faltaba ninguna bala y que tenía su arma en el armero durante la noche de los hechos. Del mismo modo, considera que la sentencia carece de datos fiables y contrastados para asegurar que su cliente participó en los hechos.

En cambio, Félix Martín, ha reprochado que «las versiones exculpatorias son absolutamente inverosímiles» y ha criticado que las defensas aleguen indefensión por pruebas que el magistrado inadmitió en el juicio, a las que ha calificado de reiterativas y superfluas.

Martín ha repetido su tesis, que avaló el jurado en el veredicto, de que Peral y López actuaron juntos, movieron y quemaron el cadáver juntos y llevaron el móvil de la víctima a casa del exmarido de ella para inculparlo.

Comentarios