
Como se sabe, la vergüenza tiene el recorrido que tiene, por lo tanto el castigo del desprecio público asociado al eventual reproche penal es siempre imprevisible y, en consecuencia, poco generalizable. Pero los papeles de Pandora no son solo eso. Esconden también una forma de ser y de actuar que, en sí misma, resulta de una crueldad psicopática.
Los que aparecen en esa lista aparentaban lo contrario, alardeaban de lo contrario. Todos eran tan “tontos” que seguro que sus gestores o abogados son los culpables del desaguisado de empresas pantalla panameñas y de paraísos fiscales trufados de sus cuentas millonarias. Todos se escudan en que ya pagaron la multita, o en que cuando lo supieron se regularizó el fraude o en que “de eso hace ya tanto tiempo que ni me acordaba”.
García Albiol movió su nombre y su dinero por paraísos fiscales mediante una sociedad creada ad oc. Me pregunto cómo de sostenible o insostenible o de atenazadora será su vergüenza en el momento en que tenga que mirar a los ojos a sus convecinos de Badalona para pedirles el pago de tal o cual impuesto o de tal o cual tasa municipal.
¿Y Guardiola? Ejemplo de castidad moral y referente para aquellos que gustan de inútiles rapsodias… ¿se atreverá a decir, como dijo en públicas entrevistas, que tiene sus impuestos al día? Se atreverá. Lo volverá a decir pero y no le deberíamos de creer. ¿Guardiola, un tipo que fue titular de una empresa pantalla en paraísos fiscales ha de mantener la Creu de Sant Jordi? Si no renuncia, ¿no se la deberíamos arrancar del pecho? Y todas estas preguntas quedan en el aire mientras el Estado de Derecho se lo hace mirar y decide si sirve para algo y actúa, o si solo es una entelequia jurídica vacía de contenido a la de cuando en cuando sacamos a pasear en las fiestas del señor embajador.
De momento, mientras la cosa no se sitúe donde se tiene que situar, (en el terreno penal, sin duda) esta organización de periodistas de investigación con los compañeros de El Confidencial, El País y la Sexta a la cabeza, deben de seguir haciendo ruido y desenmascarando a los impostores.
Por desgracia, el volumen ingente de documentación resulta inabarcable y, por lo tanto, algunos tipos que se desean anónimos, cruzan los dedos para conseguir no pasar por la lupa del gacetillero.
Pero la lupa del gacetillero a menudo ve más allá de lo que demuestra y en este sentido, tal y como ha podido confirmar eltaquigrafo.com de fuentes directas de aquellos que estudian el contenido de los papeles de Pandora, personas vinculadas a anteriores gobiernos andorranos (un ministro en concreto), con el actual ejecutivo, con la Unidad de Inteligencia Financiera de Andorra y un importante banquero en activo del país de los pirineos aparecen referenciados en dicha documentación.
En principio, no aparecen como titulares de empresas pantalla, pero sí explícitamente mencionados en los documentos que manejaron algunos de los despachos que creaban y vendían sociedades ficticias a cuyo nombre se abrían cuentas en paraísos fiscales. La identidad de estos individuos y el grado de relación, (si es que se puede hablar de relación), con esa maquinaria fraudulenta, torticera y vergonzosa, lo dejamos para próximos artículos.