
Un tema que ha inquietado a la población mundial en los últimos tiempos, es el terrorismo. Desde otras latitudes, hemos conocido atrocidades cometidas en contra de la población civil, en nombre de dioses, en nombre de justicia, de religiones y en nombre de verdades que se han cobrado el precio indómito de la sangre inocente.
En Ciudad Juárez se habla de veinte muertos al día, al menos quince heridos, veinte negocios incendiados, ciertas premisas como las de; exigencia política y posicionamiento económico, por carteles rivales que han arrastrado en su disputa, la vida y la tranquilidad de los pobladores del norte de México.
Hace pocas semanas tuve la oportunidad de hablar con el presidente municipal de Ciudad Juárez, que acaba de cumplir su primer año en el cargo. Abrió su despacho y se sentó a conversar para dialogar en la expresión más simple, de ciudadano a ciudadano. Me respondió a estas tres preguntas.
¿Cuál es el primer obstáculo en tema de seguridad en Ciudad Juárez, partiendo de su contexto histórico como una de las ciudades más peligrosas del planeta en los últimos 15 años?
Y con una sonrisa me explicó que “ha faltado continuidad a proyectos que son verdaderamente serios, los contextos cambian con el tiempo y la misma sociedad sufre avances, retrocesos, posiciona costumbres o hace natural comportamientos, pero, en seguridad se ha intentando tener bases firmes que van más allá de la operatividad, hablo de la cultura, de la educación sobre esto que hoy nos tocó y nos tocará vivir, no podemos habituarnos a la violencia.
Según el presidente municipal, “es un gran reto sin duda, pero cada uno o cada quien tiene su obligación, desde el policía de a pie hasta el más alto diplomático. Nos hemos tenido que educar sobre y en torno al fenómeno de la violencia, los tristes acontecimientos nos llenan de dolor”.
¿Qué opina acerca de esta nueva expresión delincuencial, esta mutación de Narco-violencia a Narco-terrorismo?
El alcalde explica que está entre sus funciones declarar, decretar o pronunciar si los actos son o no terrorismo, y que para ello tiene como base y antecedente lo establecido al respecto en 1996 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que acordó que se consideraran como actos terroristas “los actos criminales encaminados o calculados para provocar un estado de terror en el público general”
Sigue y explica de dónde viene el concepto “narcoterrorismo”: “tiene sus orígenes en Colombia desde el asesinato del ministro de Defensa, Rodrigo Lara Bonilla fue asesinado la noche del 30 de abril de 1984, por parte de las organizaciones de narcotraficantes”.
La última pregunta
¿Se acabará la violencia en Ciudad Juárez, algún día habrá La Paz que tanto se ha anhelado?
“Es una pregunta casi imposible de responder por que hablamos de un mal enquistado en la misma cultura. Sabemos que la apología hacia la violencia deja jugosas ganancias en muchos ámbitos de la sociedad.”
CONTINUARÁ…