Opinión

Albert Rivera es de centro y yo tampoco

Decía el gran Salvador Dalí: Picasso es pintor y yo también, Picasso es un genio y yo también, Picasso es comunista y yo tampoco…

Albert Rivera en efecto es de centro y yo tampoco.

Y es que él, como si estuviera enfadado porque los de Podemos le han puesto un ojo morado al Rey Juan Carlos, como si sufriera una intoxicación psíquica de tanto fijarse en las chicas monas de Ciudadanos que leen en secreto y de corrido Los renglones torcidos de Dios, como si acabara de alcanzar su punto etílico óptimo en una juerga de brandy Soberano (una en la que el salao de Santi Abascal le ha dicho Albert, ¿has visto lo de los mexicanos?¿Pero qué se creen estos? Por la gloria de mi madre que solo con que hubiera durao 50 años más la conquista hoy sí sabrían pronunciar la zeta), esta semana va Albert Rivera y se echa en brazos de la derecha trincona del PP…¡PPPPablo!... ¿Si, AAAAlbert?... Que mediante la presente te declaro mi amor nocturno no del todo venéreo… Ay, vale, pero tú debajo y yo encima, waterpolín mío. No, azanarínsinbigote mío, por fa, encima yo…

Deja así ya bien claro Albert Rivera que se desmarca de todo centro (como si con el pacto en Andalucía no lo hubiera dejado ya más claro que el blusón de los domingos de Miquel Iceta) al declararse sin complejos en amores, con pacto de gobierno y todo, al partido más corrupto de toda Europa el PP y olé.

Aún tienen fresca la Gurtel, el tamayazo de Madrid, los cazos de Valencia, el trinque de Bankia, la operación Enredadera y por ahí todo seguido; aún juegan al monopoli en la cárcel Rodrigo Rato, Jaume Matas y demás familia, pero dice Albert Rivera que sí, que ser liberal es ser electoralmente lo que haga falta, y que donde dije digo digo Diego, y que una vez medito se acabó lo prometido que ya lo dijo Lola Flores: ¡si me queréis, jodersus!

Pablo Casado(sí, el Pablo Casado que les acaba de decir a los inmigrantes vale, podéis quedaros si antes nos entregáis a vuestro primogénito), por su parte tras escuchar las propuesta de Albert ya creía que lo suyo y lo del waterpolista no sería sexo, sino amor verdadero... Pero no. Y es que Albert Rivera es el terraplanista del amor. Sí, Albert Rivera es un político que sabe que el amor es estiércol y él es el gallo que se sube a ese estiércol para cacarear.

Albert Rivera es de hecho el autor de la etiqueta feminismo liberal porque cree que feminismo es decirle a la chica de la película Titanic que se baje de la tabla y haga turnos de media hora con Leonardo Di Caprio….

Sin embargo ya se sabe que en campaña se miente mucho: ¡no, no nos creemos lo de que Albert Rivera odia ahora al PSOE más que al PP!

De hecho, si los números dan tras las apocalípticas nuevas elecciones, señoras y señores del jurado, ¿qué se apuestan a que Albert Rivera al final no logrará entenderse con el PP, sea por culpa de Vox o a la bicerveza, y tras el paripé negociador preferirá pactar definitivamente con el PSOE para intentar por todos los medios hacer así que el PSOE vuelva a ser el PSOE y no solo una delegación externa del PSC?

Ay, Albert… Ya te lo tiene dicho el bueno de Santi Abascal, ese gran politólogo de pelo en pecho, y de pelo entre pecho y espalda, pero sin pelos en la lengua: ¿qué hostias es eso del centro? Si ves el vaso (sea medio lleno o medio vacío) es que aún no has bebido lo suficiente, joder… Jefe, llénenos las copas de brandy Soberano hasta que yo diga Pamplona para que se le quite a este la pinta amariconada de yupi y al ponerse a mi lado se nos note que somos los más burros de toda la con torna…

Chis pum.

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