
Ha muerto el gran Alexis Ravelo a los 51, en la plenitud vital y literaria total, con el corazón roto por un infarto.
Julián Ibáñez, 83 años, Matusalén actual de la novela negra española hard boiled que enterró hace poco a Domingo Villar y ahora entierra a Alexis Ravelo, mientras sostiene en una mano la novela última que le acaba de publicar la editorial Cuadernos del Laberinto, mira por la ventana de su casa pensando que no solo hace mal tiempo, sino que el tiempo está muy loco…
Ha muerto el gran Alexis Ravelo a los 51, en la plenitud vital y literaria total, con el corazón roto por un infarto.
Alexis Ravelo, voz de gruta canaria, mirada de buena persona nocturna, cabeza pelada egipcia, cuerpo de portero de discoteca y alma generosa, buen conversador, magnífico escritor de novela negra, ha muerto como del rayo a los 51 años. Demasiado pronto, joder… Cada vez disparan más cerca.

Su pluma era contundente a la hora de reflejar el mal y colaborar a su entendimiento y su capacidad para soportarlo, y a la hora de reflejar el crimen y la injusticia, y aumentar la concienciación y la denuncia y la exorcización de los mismos, que mayormente son las razones por las que existe y resiste la novela negra moderna.
¡Qué cojonudo era Alexis Ravelo! Su pluma era contundente y su curriculum no lo era menos.
En 2013 fue galardonado con el XVII Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe por su obra La última tumba. En 2014 recibió el prestigioso Premio Hammett que concede la Semana Negra de Gijón a la mejor novela del año por La estrategia del pequinés; en 2015 ganó el Premio Valencia Negra por Las flores no sangran, y en 2021 obtuvo el Premio Novela Café de Gijón por Los nombres prestados.
Se ha ido un grande con el que hemos disertado por no pocos festivales de ficción negro-criminal de las Españas. Un tipo que escribía sobre el mal, pero que era un hombre de bien…
Amigo Alexis: dile a la muerte que la odio