
La vida no imita al arte: la vida imita a la mala televisión.
Sin embargo hay veces en que la actualidad se nos pone ingeniosa (con esa clase de ingenio que los críticos conspicuos como Carlos Boyero o Gonzalo González Laiz denominan humor dramático y neurótico) e imita al cine de Woody Allen.
A tal efecto la película de 1996 del bajito genial Woody Allen titulada Todos dicen I love you comienza con la escena de una familia progre durante el desayuno en casa de Bob y Steffi, un matrimonio burgués, izquierdoso y socialmente comprometido.
Y resulta que, durante la conversación familiar, el hijo de Bob comienza a hablar con su padre sobre política como jamás lo había hecho, en un tono derechoso y de lo más conservador.
A eso el padre, sorprendido, escandalizado, replica: “tú, carne de mi carne, estás diciendo eso. Steffi, baja una copia de mi testamento y una goma de borrar”…
La película, un musical insólito, fresco y muy divertido, prosigue con su argumento, y al final resulta que lo que ocurría es que el hijo de esa familia sufría de un coágulo en el cerebro. Lo llevan al hospital, un neurocirujano le opera el cerebro, disuelve el coágulo… ¡Y el muchacho ya vuelve a ser de izquierdas! ¡Asombroso!
Inevitablemente nos hemos acordado de esta película ante la noticia de que Xavier Novell i Gomà, el Obispo de Solsona, uno por cierto muy implicado con la cosa del independentismo (tanto que hasta fue a votar en el llamado referéndum por la independencia de Cataluña) ha dejado el palacio episcopal porque se ha enamorado de una escritora de novelas eróticas y satánicas.
Y hete aquí que distintos opinadores del entorno de la iglesia y de ABC (Salvador Sostres, por ejemplo) sugieren que el motivo de que el Obispo de Solsona haya dado tal espantada extraclerical es porque está endemoniado.
Desde luego, como bien sabemos los espectadores de la película de Alex de la Iglesia El día de la Bestia, es una explicación plausible.
El cine nos no lo enseña todo, sí.
Así las cosas, al albur de lo que aprendimos de la película Todos dicen I love You, el asunto del Obispo de Solsona tiene fácil solución: practiquémosle a ese obispo un exorcismo canónico, y así saldrá de él el demonio.
¡Y una vez liberado de la posesión satánica volverá a ser constitucionalista y célibe!… The End.
¡Qué grande es el cine! ¡Y el humor! ¡Y la Mahou!