Ya lo dijo Julio Cortázar: la realidad es un delirio consensuado. ¿Cómo escribir pues algo sobre la actualidad que no sea una puta locura?
De hecho hete aquí que érase una vez un tipo que fue y votó al PSOE, pero, al poco, se le quedó cara de bacalao al ver que el PSOE, al gobernar, no llevaba a cabo su programa político sino la parte más loca del programa de Podemos.
-Ya puede usted cambiarse de sexo y hacerse trans como si nada.
-¿Ah, sí? ¿Entonces si la Infanta doña Elena se cambia de sexo tendrá derecho a ser Rey de España en vez de su hermano don Felipe?
Este tipo salió a la calle y se encontró con otro tipo que acababa de votar al PP y estaba poniendo los labios saltones tipo rape al contemplar como el PP no llevaba a cabo su programa político sino el alucinógeno programa de Vox.
-En ningún caso puede usted abortar sin escuchar antes en estéreo el latido del feto como si fuera la canción de Shakira.
Por el medio los cronistas de la realidad que iban a apresurarse a escribir que esto era absurdo tuvieron que pensárselo porque de pronto se encontraron con que las noticias candentes eran que acababan de encarcelar en Soto del Real a un tuitero que practicaba el humor radical en twitter.
Y que habían pillado a un clon de Fernando VII haciendo borbonadas nocturnas en un after con duchas de alterne.
Y que USA acaba de derribar un globo aerostático chino (el cual no se sabe si servía para algo pero seguro que era barato), y que tras esto no paran de sobrevolar su espacio aéreo un disperso ramillete de OVNIS…
¡Y esto no es nada!
Ahora la señora ministra del feminismo o el mi churri me ha puesto un ministerio dice no es no a cambiar la ley del sí es sí,
Y esto coincide en el espacio/tiempo con que descubramos por la prensa que Macarena Olona se ha hecho feminista, y que odia a Vox por su radicalismo: todo eso lo dice ella misma con su turismo.
¡La cosa se está poniendo muy loca!
Por lo menos también en prensa hemos visto en una foto que el novelista Salman Rushdie ha salido del hospital has el atentado islamista contra su vida, y lo cierto es que está tan guapo con el parche en el ojo que se podría tirar a las setenta y dos vírgenes del integrista que lo atacó antes de que este llegue al cielo…
Sí, últimamente la realidad es un delirio consensuado, y Groucho ha muerto.