
¿Qué Vladimir Putin ha declarado una guerra? ¿Y no sería mejor que se metiera un calcetín en los calzoncillos?
¡Libros y no bombas, coño!
Ahora que dicen los incendiados telediarios y periódicos que Vladimir Putin ha sucumbido al encanto vintage de la anexión mediante conflicto armado, leo con los ojos acuosos y la mente abierta, sedienta, IMPERIO, GLOBALIZACIÓN Y DERECHO INTERNACIONAL (Ed. Tecnos, José María Beneyto coordinador)…
Se trata de un libro compilatorio de artículos eruditos recién publicado y muy interesante sobre el gran filósofo del derecho Francisco de Vitoria, y sobre su aportación ideológica al descubrimiento de América, al imperio de Carlos V y a la fundamentación teórica en derecho de la llamada “primera globalización”.
Sí, leo este libro tan ameno como esclarecedor sobre el comienzo de la Modernidad y sobre las bases de la cultura política europea, y entiendo muchas cosas a cerca de nuestra forma erasmista y humanista de ser, cuando lo fuimos, imperio: en verdad fuimos un imperio con un humanista ideológicamente al frente, uno tan relevante o más que Erasmo de Róterdam como lo fue Francisco de Vitoria, aunque a menudo no esté tan reivindicado como merecería debido a nuestra leyenda negra.
Pienso en el viejo imperio español que describe (con peso y poso a través del excelente trabajo de importantes estudiosos) este libro, y veo asimismo como en las últimas décadas americanos y rusos juegan como niños con su imperialismo infantilizado teóricamente.
Y, como reza el dicho, cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro: cuanto más me avergüenzan los imperialismos actuales, más me interesa revisar y estudiar el nuestro.
Si según T. S. Elliot en Dante y su DIVINA COMEDIA había ya una conciencia europea, en Francisco de Vitoria, y en toda la Escuela de Salamanca, había ya una idea de Europa (que Erasmo destiló y Carlos V trató de materializar de modo sacro-imperialista), y una intencionalidad sólida de anticipar, o de fundar, la Modernidad, así, desde la escolástica y el humanismo.
Por el contrario en el imperialismo psicopático del zar stalinista de pacotilla devenido en camorrista nuclear Vladimir Putin parecer haber solo una peligrosa tara digna de ser estudiada por Freud.
Tristes tiempos nos toca vivir.
Hay que leer, leer mucho, para saber defender nuestra libertad política y nuestra esencia democrática.
Vivimos una época en la que se nos pide muy poco como ciudadanos. Damos por sentadas nuestras libertades a diario. Tomamos decisiones de voto de forma despreocupada para garantizar nuestra anhelada felicidad individual. Creemos que esas libertades se nos deben, y olvidamos que la propia libertad tiene enemigos: enemigos que querrían ver a nuestra sociedad plural democrática de derecho reducida a un régimen construido sobre el miedo, la violencia y la opresión.
En fin.