Opinión

El feminismo y tú hoy

La Opinión de Luis Artigue para eltaquigrafo.com
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Porque somos parte de un todo pero no lo somos todo, y porque necesitamos esa actualidad sin urgencia que son los buenos libros, siempre es un buen momento para revisar las últimas aportaciones que las editoriales están haciendo a nuestra biblioteca feminista de ampliación del mundo.

En este sentido, leo FILÓSOFAS Y BARBARIE. LA HISTORIA DE LAS IDEAS COMO NUNCA TE LA HABÍAN CONTADO (Ed. Oberon, Guillermo Gallardo y Luis Minguez), un libro de divulgación de la historia de la filosofía que revisa el canon con perspectiva de género centrándose en las grandes pensadoras de la historia, en su mayoría ocultadas, silenciadas y casi olvidadas. Un libro diacrónico que permite ver en perspectiva la gran aportación inicial de las mujeres a la cultura, la intimidad (Safo), a la mística, la política, y la filosofía, y como han estado las mujeres orilladas pero presentes en la configuración del pensamiento en la Edad Media, la Modernidad, la Contemporaneidad, la Potmodernidad y la actualidad. Este libro termina, amén de un apartado sobre el machismo, versando al postfeminismo punk, y glosando a las ideólogas más celebradas del Pensamiento Queer (Judith Butler y Paul B. Preciado).

¿Son la Teoría Queer y la Teoría Cyborg, esas deconstrucciones bio-punk de lo masculino y lo femenino no solo desde el punto de vista cultural sino también desde el biológico  que devienen políticamente en una sexualidad a la carta, una exageración del feminismo clásico?

Este libro me lleva a leer otro también recién publicado, esta vez en la impagable colección Feminismos, de la Ed. Cátedra: SOBRE LA EXISTENCIA DEL SEXO. REFLEXIONES SOBRE LA NUEVA PERSPECTIVA DE GÉNERO, un texto fundamental de Kajsa Ekis Ekman.

En este texto erudito, profundo y duro, la autora inscribe estas nuevas teorías del género sólo en apariencia en un loable intento de incluir a las personas transexuales en las conquistas conceptuales, culturales y civiles del feminismo, promueve la heterosexualidad obligatoria y el regreso a los viejos roles de género, y prepara un recorte de las conquistas de igualdad duramente conseguidas por las mujeres.

La dureza epistemológica de este texto me hace pensar en el tema de la violencia y la mujer, y me lleva a leer otro también recién publicado, esta vez en la Editorial Tecnos: LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES. ANÁLISIS CRÍTICO Y PROPUESTAS PARA SU COMPRENSIÓN (Inma Pastor Gosalbez y Macarena Trujillo Cristofanini): es un libro que habla de la violencia como un factor fundamental en el marco de las sociedades que aspiran a ser igualitarias, y que pone en valor en este sentido las luchas feministas y los parejos estudios de género, y aporta muchas claves sobre como las ciencias sociales han tenido un papel fundamental a la hora de estudiar, analizar y abordar de modo multidisciplinar la violencia contra las mujeres.

Y desde estas lecturas, paso a limpio hoy, ocho de marzo, día señalado, tres ideas fuerza que deberían ser obvias:

Primero, que es necesario entender que el feminismo, en lo que tiene de movimiento concienciador de que todos y todas somos iguales en dignidad, derechos y deberes, no es un asunto exclusivo de las mujeres sino de todos los seres humanos que aspiran a un mundo más justo y mejor: de hecho, si se trata de superar esa hegemonía cultural, económica y política denominada patriarcado, nunca se conseguirá sin incluir en los debates feministas a hombres que estudien, analicen y promuevan la tan liberadora igualdad.

Segundo que el feminismo es un movimiento conceptual (de hecho a nuestro juicio el movimiento conceptual más importante del siglo XX, el cual he influido decisivamente para el avance del derecho, la psicología, la filosofía, la teoría de la literatura, el arte, etc. y está en la base de los grandes postulados teóricos de nuestro tiempo como el postcolonialismo, el interculturalismo y demás teorías emancipatorias). Pero también es un movimiento social, y como tal no está cerrado, sigue avanzando y nutriéndose de aportaciones, y hay que estar atentos a sus hallazgos, sus conquistas, sus logros, sus exageraciones, sus desvaríos, sus exageraciones y su ejemplaridad para ir acordes a la modernidad y seguir el paso del mundo.

Tercero que el feminismo es sobre todo un movimiento político que se inscribe en la pugna que se ha venido librando a lo largo de toda la Historia en contra de la arbitrariedad del poder, y en pro de un mundo mejor. De hecho debemos a esa lucha el sufragio universal, la ampliación de los derechos civiles de las minorías, la ampliación de buena parte de los derechos sociolaborales y de representatividad política, la legislación moderna sobre el divorcio, la reproducción, los nuevos modelos de familia, etc. etc. etc.

Cuarto, que el feminismo, como todo avance emancipador desde el conocimiento, ha tenido que enfrentarse a una gran violencia en su contra (violencia análoga a la que ha ido contra las mujeres y sigue yendo), y sin embargo el feminismo es un ejemplo en este violento mundo nuestro pues el feminismo ha cambiado el mundo sin violencia, sino desde el diálogo, la transversalidad, la solidez conceptual, y presentando, visibilizando y ofreciendo modelos representativos positivos.

Quinto, que el feminismo opera en el ámbito de la excelencia también para los hombres pues nos libera de la posición de dominio y de tener que fingir ser siempre fuertes y sólidos como rocas, sustituye la incomodidad de las relaciones con papeles fijos por la comodidad de no tener que representar ningún papel, favorece la igualdad antes que la diferenciación, y el diálogo antes que la imposición y nos ayuda a saber que nadie tiene la sexualidad focalizada en un solo punto del cuerpo, sino que todo nuestro cuerpo es susceptible de dar y recibir placer porque somos un todo vibrante y palpitante repleto de húmedos lugares en los que rompe el mar.

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