
Sí, Joan Laporta se ha comportado como esos moteros de pueblo a los que no les interesa desplazarse sino meter ruido.
Joan Laporta, pelo entrecano de un Richard Gere demasiado gordo para el arte, bronceado de veraneante de entretiempo, traje azul intencional, ha salido de su retiro técnico para dar una rueda prensa que no dice nada de nada en dos idiomas, pero empleando la misma técnica pacífico-belicosa aprendida de San Jordi Pujol.
-¿Qué ha dicho el Presidente del Barça en rueda de prensa?
-Que Madrid nos roba.
Joan Laporta ha hablado mucho para no decir nada, ha salido a dar explicaciones para no dar ninguna explicación, ha dicho a su maestra el perro me comió los deberes, ha echado balones fuera, ha pisado lo fregado con autoridad, ha repetido en fondo y forma lo de Jordi Pujol desde el balcón cuando le pillaron con el pene dentro de la caja de caudales de Banca Catalana… Todo para convertir la rueda de prensa en el ruido y la furia, que diría William Faulkner.
Sí, Joan Laporta se ha comportado como esos moteros de pueblo a los que no les interesa desplazarse sino meter ruido.
Sobre por qué pagaba el Barça a al vicepresidente de los árbitros mientras aún era directivo y le dejó de pagar cuando dejó de ser directivo, no dijo nada salvo acusar sin pruebas a otros de hacerlo también.
De hecho en general lo que hizo fue eso, acusar a otros, a Tebas, a Madrid, a cualquiera menos al club pagador. Acusó. Se hizo la víctima. Se envolvió en la bandera. Echó una filípica populista para escurrir el bulto apelando al forofismo patrioteril… Vamos, que metió mucho ruido.
Joan Laporta, rebelde sin causa como un James Dean Pa amb Tomaquet, se ha puesto digno sin aportar pruebas exculpatorias ni justificaciones convincentes sino solo una geta como un piano y mucho ruido.
Se lo escuché decir una vez a Joaquín Sabina: mis padres vivían encima de una discoteca, y fcuentemente se quejaban, los de la discoteca, porque hacían mucho ruido.
Sólo le faltó a Joan Laporta terminar la rueda de prensa diciendo que, como Yolanda Díaz, va a Lo de Évole a decir que la culpa de todo la tiene Pablo Iglesias.