
-¿En qué se diferencia hacer el ridículo de hacer el gilipollas?
-En el nombre…
Ni a los putos amos del humor surrealista Faemino&Cansado, los Tip y Coll de nuestra época, se les hubiera ocurrido una escena tan loca como la de Juanma Moreno Cantinflas acariciando una vaca en prime time electoral televisivo.
¡Era lo que nos faltaba!
Juanma Moreno Bonilla, niño pijo epítome con estudios y pedigrí y blandura abdominal de experto en restaurantes pre-polvo de la Guía Michelín, el actual Presidente de la Junta y candidato del Partido Popular, uno que es tan candidato del Partido Popular que, mirado al trasluz, bien parece hijo de Javier Arenas (los hijos ilegítimos los ha traído Dios al mundo tan parecidos a sus padres como gotas de agua, y si no me creen miren detenidamente al supuesto hijo de Julio Iglesias, al supuesto hijo de El Cordobés, y por ahí todo seguido).
Juanma. Él. Sí, él… Es un tipo al que se le nota en el porte en el talle y en todo, que, cuando va a la playa, no mete barriga para ligar, sino para sentirse bien consigo mismo.
¡Como Bertín Orborne en bajito, él es el hombre!
¡Como José María Aznar saliendo en la tele con los zapatos de tacón encima de la mesa del despacho de George Bush, una vez más el PP viene a certificarnos que Groucho no ha muerto!
Sí, estamos hablando de Juanma Moreno Bonilla el ponderado, el moderado, el discursivo, el que tiene cara de ligón de entresemana, el moreno de verde luna y voz de clavel varonil que ha ganado el primer debate electoral televisado, así, sin hacer nada, mientras las mujeres de la izquierda se tiraban de los pelos entre ellas, y Macarena Olona montaba un reallity-show, y el señor Juan Espadas y el otro señor de Ciudadanos estaban por allí también como formando parte del mobiliario.
¡Qué cosa! ¡No es cierto que la campaña electoral andaluza sea la campaña electoral madrileña repetida, pues esta vez la andaluza es más predecible y por tanto aburrida que la otra! Vamos a pasarnos de hecho toda la campaña andaluza echando de menos esa otra campaña electoral de Madrid (por el medio hubo otra en Murcia y otra Castilla y León pero ya no se acuerda nadie), sí, esa campaña electoral de Madrid con el Museo del Prado resumido todo en un retrato de Isabel Díaz Ayuso con media teta fuera titulado “La libertad guiando al pueblo”…
Pero al menos Juanma Moreno Bonilla en campaña electoral de pronto acaricia vacas lecheras, suponemos que para captar el voto hindú, ya que el voto andaluz, teniendo por la derecha a una exaltada de la sección femenina vestida de faralaes, y por la izquierda dos mujeres que parecen la misma repetida, esto es, teniendo una oposición que no oposita, el voto andaluz ya lo tiene casi todo ya en el bolsillo.
Así las cosas, la movida electoral de Andalucía está tan dentro de lo esperable, que a uno le da por recordar a los clásicos del humor inteligente, y le da por reírse viendo a Juanma Moreno Bonilla entre las vacas.
Ya lo dijo el clásico don Camilo José Cela: “un país en el que las vacas son sagradas es invendible, y te lo dice un gallego”.