Opinión

Los melones de Italia

La Opinión de Luis Artigue para eltaquigrafo.com
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Pero de repente sale en campaña electoral por tic toc la candidata de extrema derecha Giorgina Meloni sujetando un par de melones literales, y uno se da cuenta de que no sabe nada de nada de Italia.

¿Por qué le llamarán postura del misionero a la postura del misionero? No entiendo nada…

Me refiero a que uno puede haber estudiado en la universidad el temario entero de latín clásico, puede haber estudiado latín vulgar, latín románico de paleografía, y puede haber leído la historia de la reunificación de Arnold J. Toynbee y las biografías de Giuseppe Garibaldi y de Benito Mussolini y de Cesare Pavese y de Pier Paolo Pasolini y de Bernardo Bertolucci, y hasta puede haber hecho un curso monográfico de un año entero dedicado a la Divina Comedia de Dante en la asignatura de Literatura Universal y Comparada, y puede haber amado la poesía de Quasimodo traducida por Antonio Colinas, o el libro del propio Antonio Colinas Sepulcro en Tarquinia, uno puede y haber vivido en Roma y en Alexandria y en Savona, y haber estado muchas veces en Venecia y en Sicilia…

Pero de repente sale en campaña electoral por tic toc la candidata de extrema derecha Giorgina Meloni sujetando un par de melones literales, y uno se da cuenta de que no sabe nada de nada de Italia.

Y, sí, al final de la opereta electoral la Meloni ultraconservadora ha ganado a pesar de todo lo que nos ha pasado en el siglo XX, el más mortífero de la historia de Europa: han ganado ella y sus melones.

Esto no lo pueden explicar los periodistas que opinan sobre todo.

Los politólogos tampoco pueden explicarnos nada sobre el resultado electoral de ayer en Italia.

Solo los psicoanalistas obsesionados con el sexo como Sigmund Freud y compañíapueden explicarlos por qué una vez la Cicciolina fue diputada en Italia y ahora ha ganado la Meloni, y por qué cuando la hemos visto a la candidata sujetando esos melones en tic toc hemos rejuvenecido y regresado a aquella Nochevieja española españolísima en la que Sabrina bailaba en la tele después de las uvas y el champán y nos dejaba boquiabiertos mientras se le salía una ubre ay señor muy señor mío qué bien empieza esto otra cosa es como acabe…

Todo muy Feliniano.

Sí, Georgia Meloni, rubia de bote como Marine Le Penn, utiliza electoralmente los melones como Berlusconi empleaba con el mismo fin a sus lotitas porque domina mejor aún que Federico Felini el marketing sociológico y el costumbrismo neorrealista italiano.

Todo muy woodyallenaniano.  

Pero no ha ganado solo por el marketing, creemos… Comparas el hilo de voz con el que Lilith Verstrynge canta "España mañana será republicana" y los alaridos dementes con los que la Meloni exige el cierre de fronteras y la guerra santa, y te explicas por qué ganan los que ganan. Es una cuestión de entusiasmo.

Todo muy darwiniano.

Al menos nos queda el humor, que diría Roberto Benigni.

¿Por qué le llamarán postura del misionero a la postura del misionero?

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