
-¿Ha salido ya Abel Caballero diciendo eso de “tenemos el mejor coronavirus del mundo y de hecho me acaba de llamar el alcalde de Bujan para decirme que tiene envidia de Vigo”?
-Oye, compadre, con lo del coronavirus pocas bromas. Aunque, como si estuviera de broma, el que sí ha salido por la tele es el presidente Pedro Sánchez diciendo que se puede salir a la manifa feminista hasta con las bragas en la mano porque en España no pasa nada y si pasa se le saluda…
En la Edad Media no había democracia sino feudalismo con derecho de pernada.
Entonces su cine era el teatro, y las Danzas de la Muerte eran una función teatral que representaba que la única democracia posible era la muerte: allí iban por igual el pobre y el rico, la monja y el bufón, el obispo y el feligrés, el hijodalguien y el bárbaro…
A esta modernidad nuestra el medievo, con sus pestes y sus símbolos, ha regresado de pronto como para decirnos que nada ha cambiado en el fondo: resulta que acabamos de descubrir que el coronavirus ha infectado por igual a Ortega Smith y a Irene Montero.
¿Qué el virus infecta por igual al gobierno tan progre como una peli de Almodóvar y a la oposición más facha que un Land Rover?
Al respecto de eso, aunque no lo diga, piensa Pedro Sánchez que vale, que será muy democrático, pero eso de que el coronavirus infecte por igual a los de Podemos y a los de Vox, como dirían en Amanece que no es poco, no deja de ser un sindios.
Y es que, tras las manifestaciones del fin de semana y los contagios hasta en las filas del sacrosanto gobierno (en el pueblo llano no digamos; en Valencia han suspendido las fallas porque es sospechosa de estar contagiada hasta la momia de Rita Barberá), a pesar de que el Ministerio de Sanidad ha anunciado que a partir de ahora Ortega Smith e Irene Montero tendrán que hacer sonar una campana al andar por la calle el presidente no hace autocrítica… De hecho sale en rueda de prensa así, espigado y con semblante de a mí no me tose nadie porque para eso me ha elegido a mí el altísimo para ser señor feudal pon y quita manifestaciones.
¡Presidente, convoque una macro-manifestación contra el coronavirus y salimos otra vez todas y todos!
Tiene usted razón, presidente, vamos otra vez a la calle de manifa: ¡si todos somos zombis se acabará el apocalipsis zombi, así que vamos a la calle a besar chinos!….
Uff, Ortega Smith y Vista Alegre; Irene Montero y el 8-M… Lo que el gobierno permitió el fin de semana pasado es un escándalo que lamentaremos mucho tiempo.
En fin.