
Nos referimos que lo de la conquista de Europa por pate del Real Madrid Bonaparte es como si, en los Campos Elíseos, la banda de música hubiera tocado el himno de Riego en vez de la Marsellesa.
El partido ha sido entretenido e intenso, el Liverpool empezó como The Beatles cantando como Dios y a toda máquina, pero poco a poco el Real Madrid, como Cádiz durante la invasión napoleónica que tan bien ha narrado Arturo Pérez Reverte en su novela El Asedio, supo tener paciencia, y poner las cosas en su sitio, y hasta Benzemá metió un gol rigurosamente anulado por la moviola digital moderna, y los ejércitos futbolísticos prosiguieron la contienda con acusado respeto al otro hasta que un contraataque con pase perfecto de experto en dibujo técnico de Valverde llegó el único e histórico gol de Vinicius mediante el cual los ingleses perdieron, esta vez sí, la Batalla de Trafalgar.
El Real Madrid Bonaparte ha conquistado Europa, y por eso La Cibeles ha tomado la píldora y está ahora mismo de juerga por Malasaña hasta que el cuerpo aguante y el alma no estorbe…
Ha vuelto la Movida madrileña pero sin Tierno Galván desamordazado y regresado, como en el poema de Miguel Hernández, sino con esa Juana de Arco nuestra que es Florentino Pérez que ha construido un equipo de leyenda, esto es, una Armada Invencible que sí gana.
El Real Madrid se ha meado sobre el gorro de Napoleón, le ha dado la vuelta a la historia, le ha metido un gol por el culo al clon del look de Donald Trump de Downig Street, le ha hecho ver a Mick Jagger que es lógico que tenga un gatillazo con lo mayor que está, y ha hecho que nuestra pluma eufórica se convierta en máquina de producir metáforas calóricas.
A Baudelaire la metido un gol Francisco Umbral con lo del spleen de Madrid.
Ancelotti, que es el tipo menos italiano de toda Italia, y que de hecho se ha metido al madrinismo en el bolsillo siendo lo menos italiano posible al contrario que Morurinho, que era lo más portugués que se podía ser, ha hecho historia y casi que nos ha vengado un poco por lo de Gibraltar: todo con calma y el mucho estilo de quien sabe citar sin mover ni una cela a Woddy Allen cuando dice: “los ingleses no tienen sentido del humor; es que son así y nos hacen gracia”.
¡Qué buena está la Cibeles válgame Dios!