photo_camera Paqui la Taqui, by La Perry & El Farru para eltaquigrafo.com
En serio que no se cómo hemos podido vivir hasta ahora sin semejante voluptuosidad nacida de la combinación de la “alta tecnología” y la “alta política”, a saber, la app de la fregona igualitaria.
Por fin va a terminar la desigualdad en el reparto de las tareasdomésticas. Al fin tenemos en ante nosotras la solución a milesde años de trabajos impagados de limpieza, cocina, niñeras, cuidadoras de dependientes, “personal shopper” familiar de supermercado, profesora particular cuando conviene, lavadora, planchadora, y un sinfín de molestos, pesados e impuestos trabajos que han asumido las mujeres durante siglos
Ahora, por fin, una aplicaciónde móvil inventada por este chiripitifláutico ministerio de Igual-Dá con su buque insignia, Ángela Rodríguez Pam, como encargada de presentar este revolucionario invento, nos va a solucionar la papeleta a todas.
En serio que no se cómo hemos podido vivir hasta ahora sin semejante vuloptuosidad nacida de la combinación entre “alta tecnología” y la “alta política”.
Lo primero que no puedo entender es cómo es posible que tuviéramos datos anuales reales sobre cuál es el reparto del tiempo que hombres y mujeres dedican a las tares del hogar desde los años 80. Me suena que existe algo así como el INE, Instituto Nacional de Estadística, que se dedicaba a etas cosas, pero quien sabe, igua estos posmolerdos decidirán pronto convertirlo en otra app.. Total…lo que se pueda hacer desde un móvil para que los van a hacer las personas.
Esos datos recogidos rudimentariamente por el INE en el año 2021 reflejaban que más del 85% de las tareas del hogar recaen sobre las mujeres, que dedican casi a diario una media de 90 minutos casi a diario a realizarlas, frente a un 68% de los hombres que, la verdad, mucho me parece.
Por otra parte, me intriga como la app del ministerio más "diverse" del mundo va a contabilizar las faenas caseras que hagan los "no binarios" o la gente “gender fluid” que cada dos horas se siente de un género diferente. Recomiendo a la gran Pam que revise bien en hardware y software, no vaya a ser que al final vayan a acabar promocionando una aplicación transfóbica y manchen su inmaculada hoja de servicio pro de la misoginia y la eliminación de las mujeres como seres humanos.
Si no fuera porque estoy más que convencida de que esta nueva generación de millenials asaltacielos compra chalets creen que absolutamente todo ha nacido con ellos, podría incluso llegar a dudar de la originalidad de tan maravillosa aplicación y pensar que en realidad estamos ante la versión electrónica del típico cuadrante de papel de libreta arrancado y colgado de las neveras de todo hijo de vecino, con imanes de danone o de nocilla, en la que se repartían los quehaceres de cada uno de los miembros de la familia cada día de la semana, utilizando algo tan revolucionario como la gama de colorines que nos ofrecían los Plastidecor o los lápices Alpino.
Pero claro, dónde va a parar escribir una hoja de papel que no que una vocecilla tipo Alexia te recuerde, Manolo, que tienes que bajar la basura, Pili, que tienes que fregar los platos, y así.
¡¿Quién va a osar a coontradecir a una voz que salga del móvil?!
Si mi abuela hubiera tenido un móvil que le mandara fregar a mi abuelo, o cuidar de sus hijos, o encargarse de la intendencia doméstica durante sus 84 años, otros gallo le hubiera cantado seguro, y no hubiera acabado teniendo una pensión de un 40% menos que mi abuelo por no haber cotizado todo ese rato que ella dedicó a la casa, porque no tenía un móvil que metiera por vereda a su marido y acabara con la desigualdad. Y quien dice mi abuela, dic todas las abuelas y madres que están a punto de jubilarse en este país.
Opinión de Núria González para eltaquigrafo.com
Pero, seguro que a partir de ahora todo será diferente, porque nuestro móvil dirigirá nuestras tareas de manera igualitaria. Y con 200 millones de presupuesto asignado para este maravilloso invento, seguro que si algún maromo pasa de la nueva Alexia “Don Limpio”, se materializa de repente un ente que obliga a cumplir con lo que diga la aplicación de la fregona equitativa.
Haced caso a vuestro móvil, ese ojo que todo lo ve y todo lo sabe, y que es, seguramente, lo más caro que vayamos a poder tener en propiedad. Eso sí, con todas sus apps.