Opinión

Días de circo

Si alguien había albergado alguna duda de respecto a que los catalanes eran seres muy diferentes al resto de los españoles ahora han quedado totalmente despejadas. Como algunos sabrán, resulta que en febrero mis paisanos y este menda lerenda tenemos comicios de nuevo. Ignoro si volverán a tratarse de unas elecciones plebiscitarias relativas a la “independensia catalana” o algo por el estilo. Pero lo que sí parece que van a ser es muy divertidas.

Para los ajenos al desmadre catalán, intentaré arrojar algo de luz, debiendo hacer un no tan pequeño inciso al respecto de los partidos políticos que parece que van a concurrir envueltos en la bandera indepe. El resto, PSC aparte, no merecen más atención que la de la triste oposición que esbozan. Los partidos indepes tienen en común que todos viven del “prusés”. A un lado y como favorito, está Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Es el partido de Rufián y de Oriol Junqueras. Según su programa defienden la abolición de la monarquía en España y quieren la independencia de la república catalana.

Además, también quieren acabar con (ojo, tomen aliento que lo mismo se ahogan entre risas): el ejército; las cloacas del estado; la industria armamentística; la desmemoria histórica del estado español; la ley mordaza; la policía concebida como método de represión; la discrecionalidad y desproporcionalidad de la justicia y todo ello referido al Estado español. A su vez, la república catalana deberá superar la discriminación del heteropatriarcado, deberá superar la oligarquía, ser una república del bienestar social que redistribuya la riqueza, con una sociedad saludable y cohesionada y que las élites lo paguen todo.

Me extraña que en su programa no exijan la paz mundial y que en China se declare el catalán idioma oficial. Lo que no explican es cómo lo conseguirán ni tampoco explican la evidente paradójica paranoia: ¿qué porras les importará a los de ERC el régimen que exista en España si ellos se quieren independizar? Es una curiosidad, como los numeritos de payaso mongoloide de Rufián, digna de interrogatorio: “Majete, ¿tú no pasas de España? Pues aire y procura cobrar en otro lado. No sé…, prueba a trabajar de verdad por una vez en la vida”.

Por otra parte, revoletean los del Partido Demócrata de Cataluña (PDeCAT). Estos vendrían a ser los herederos de CiU. Se refundaron como nuevo partido para evitar pagar la indemnización por las corrupciones de CiU. Ahí dentro estaban desde Artur Mas hasta Puigdemont. Los del PDeCAT también desean la “independensia” de Cataluña. Más o menos quieren lo mismo que los de ERC pero sin castigar a las élites catalanas. Cargan más las tintas en sacar a sus delincuentes de prisión y en el rollito europeo que siempre queda bien. Lo de redistribuir la riqueza y que las élites lo paguen todo, nones. A pesar de que en su programa dejan muy claro que España no quiere negociar, ellos sí están dispuestos. Tampoco dicen cómo piensan conseguir sus ofertas y siguen manteniendo que Europa sufre una especie de frenesí sexual tan solo con la idea de acogerlos como nuevo estado miembro. Tanto en ERC como PDeCAT mantienen en común el choriceo de su sector negocios puesto de relieve en la “operación Volhov”

Los del PDeCAT se presentaron a las últimas elecciones bajo la coalición de JUNTS per CATALUÑA (JxCAT). La otra parte de la coalición era los arrastrados por el delirio de Puigdemont, que en aquel entonces no tenía partido más partido que el PDeCAT y tan solo aportaba una serie de absolutos descerebrados fieles a su persona. Ya saben, rollo “transversal” que significa mezclar derechas, izquierdas y todo bicho que se meneé y vote, aunque en común solo tengan el mesianismo de Puigdemont. Ahora ya se ha formalizado su nuevo partido y se llama como la coalición, es decir, JUNTS POR CATALUÑA (JxCAT).

Su ideología viene a ser una especia de caldo insípido pero en perpetua ebullición: quiere ser un proyecto transversal que va de Poble Lliure (la rama más nacionalista de la CUP) hasta la derecha, con grupos como Demòcrates (que, a su vez, son los radicales de Unió, el ex - partido de Durán Lleida). Ahí están casi todos los condenados por el juicio del 1-O. Su programa se basará (hasta ahora no se sabe a ciencia cierta) en responder desaforadamente a toda pregunta sobre su ideología el mantra: “¡Independensia!”. Si alguien pregunta algo más se le declara enemigo del pueblo catalán y se grita muy fuerte “Eso quedará solucionado con la independensia”.

Luego están los derivados de la CUP y de la Colau que son más residuales. Los de la CUP vienen a ser el ala dura, radical, joven, peluda y comunista de ERC y la Colau depende de dónde sople el viento. La señora (por ser generoso y educadito en el calificativo), con tal de dejar Barcelona como un escenario digno de Mad Max, ya está contenta. Como ven, es un circo de tres pistas con zoo en el exterior. Pero ahora vamos con los personajes más queridos de los niños/votantes que son los payasos.

Resulta que Puchi ha dicho que el que quiera entrar en su partido (JxCAT) debe romper públicamente el carné del PDeCAT. Y quien no lo hace, mientras el Cocomocho esté ostentando el poder en municipios gobernados por la coalición (que no partido) JxCAT, es defenestrado inmediatamente. Además, si no eres lo suficientemente beligerante, también te vas a la calle. Para maquillar la cacicada, se convocan elecciones primarias para entrar en las listas del nuevo partido (que no coalición) JxCAT. Y aquí viene la guasa.

Parece que amenazan con presentar su candidatura algunos esperpénticos personajes. Como único mérito, todos tienen en común que hacen su campaña a través de Twitter. También en común, todos sostienen su campaña en base a largar contra España, lo español y los españoles en defensa de la pretendida Gran República de Cataluña (léase con éxtasis místico, mano en el pecho y una furtiva pero catalana lágrima asomando). Ninguno explica cómo desarrollar un país nuevo ni cómo pagar la fiesta. Ni como conseguir la “independensia”.

De entre los que han anunciado “urbi et orbe” sus intenciones figuran tres personajes especialmente delirantes.

Mark (con k) Serra. Su mérito político es acusar a todo quisqui que no se adhiera al “prusés” de fascista, esclavista, torturador, imbécil, cocainómano y cuanto se le pase por la única neurona que parece tener. Lo anterior le ha servido para coleccionar investigaciones judiciales. Su activo laboral es administrar doce pisos a través de “Air bnb” sin licencia. El momento en que es sorprendido intentando alquilar uno de ellos fue recogido en un video que se encuentra en YouTube. La excusa que dio el amigo Serra es que le tienen manía por su independentismo.

Otro prócer que se postula para las primarias es un tal Joan Porras, más conocido como Joan Bonanit (Juan Buenas noches). El mote es consecuencia directa de su único mérito político, a saber, acercarse cada noche a la prisión de Manresa a desear “bona nit” (buenas noches) a cada uno de los políticos sediciosos catalanes presos. Ojo no quitemos méritos al pollo: lo hace uno por uno, a cada uno lo llama por su nombre y con pausa escénica. Ha publicado un libro de cuya autoría responde denominado “Historia de un crit” (Historia de un grito) donde narra su epopeya. Se ignora si su heroica gesta le ha impedido culminar los profundos estudios que necesitaba para obtener su licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y de entrenador de fútbol “nivel UEFA”

El más conspicuo de los optantes a escaño en el Parlamento catalán es un Mosso d’Esquadra llamado Albert Donaire. Coordinador de la plataforma “Mossos por la República” (se entiende que catalana, ya que según estos hiperventilados no parece existir ninguna otra república más), perteneciente a la ejecutiva de la Asamblea Nacional de Cataluña (entidad civil creada por Artur Mas como instrumento de presión indepe y regada por los dineros de la Generalitat) y dirigido por la perenne tensionada Elisenda Paluzie. En el haber del poli consta el siguiente activo: Calumniar e injuriar al Rey, al que acusó de extorsionar a las empresas para que dejaran Cataluña;, al magistrado presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Manuel Marchena; al fiscal de Girona, Víctor Pillado, al que ha comparado con los Corleone y con los partidarios de Hitler; a la Policía Nacional, a cuyos miembros ha llamado “terroristas uniformados”, sugiriendo que podían estar detrás de los atentados yihadistas de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils; exigir que se abucheara a la UME del ejército español cuando estaban ayudando en el confinamiento de primavera; y señalar a los andaluces y extremeños, por estar robando recursos de Cataluña para vivir de los subsidios agrícolas del PER. También ha utilizado el “Pim pam pum” de la ETA contra la prensa española que no comulgue con su credo. El Mosso colecciona querellas pero no ha sufrido ni una investigación interna de los Mossos. Ni cuando estaba Trampero (no es una errata) ni ahora que ha vuelto. Imposible no citar al gran Ramón de España cuando lo describió así: “una cosa es ser homosexual (parece que Donaire lo es) y otra es el papel de maricona histérica de las revistas del Paralelo, que es la maricona mala e histérica, aunque hay que reconocer que Donaire lo borda". "Me lo imagino llorando en la falda de la mamá: Se meten conmigo y la gente no valora mis posturas sexis en Instagram, snif, son todos unos homófobos”

Mientras tanto, el actor Joel Joan salpimienta la precampaña quejándose de que en Cataluña “existen argentinos y otros sudamericanos trabajando en bares y sostienen que no entienden el catalán” Parece que el multi oscarizado Joel Joan se debe haber olvidado de un tal Messi, que lleva 20 años en Barcelona, y tampoco lo habla.

Si antes, los catalanes nos reíamos del consejero de la Generalitat Eduard Pujol por sostener que lo perseguía un espía en patinete y nos asombrábamos de que exigiera no prestar atención a las camas de hospitales porque “eso distraía de la independensia” o de tantas otras gilipolleces del régimen “prusesista”, todo parece indicar que nos esperan grandes y mejores jornadas de gloria con los próceres que amenazan con dirigir nuestra autonomía. Que rabie el resto de España, en Cataluña tenemos más payasos y mejor pagados por el erario público que en ninguna otra comunidad autónoma. Tenemos los dirigentes que votamos y seremos los únicos culpables de sostenerlos.

“El nacionalismo es como un pedo, que a todo el mundo le huele mal, menos al que se lo tira”
Josep Plà

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