Ha tenido que ser la ATP quien haya decidido que el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó no se jugará, al entrar las fechas previstas para este torneo (del 18 al 26 de abril), en el período de paralización de competiciones establecido por la ATP a causa del coronavirus.
Hasta el dia 12 de marzo lo único que se había aplazado era la presentación del campeonato en el Ayuntamineto, como así lo indicaba la web del Open tenístico: “El Ajuntament de Barcelona y la organización del Barcelona Open Banc Sabadell, Trofeo Conde de Godó, informan que, a causa de las últimas noticias en relación al COVID-19, la presentación del torneo que tenía que celebrarse mañana en el Salón de Cent del Ajuntament queda aplazada.”
Así, Colau ignoraba a la Generalitat de Catalunya que ya había suspendido las actividades colectivas en espacios cerrados o abiertos con aforo de más de 1.000 personas a partir de este jueves. Igualmente, la alcaldesa, omitía al responsable del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, que estableció que “en el escenario más favorable, la transmisión y el fin de esta epidemia no llegará, en el mejor de los casos, hasta dentro de mes y medio o dos meses. En el peor escenario, entre tres y cuatro, o incluso algo más.”.
Resultaba sorprendente la inacción de Colau dada la suspensión del torneo de tenis de Indian Wells, un máster 1000 (de segunda categoría y no de tercera como el Godó) como medida precautoria ante el coronavirus. También se han suspendido las Fallas de Valencia. La Consellería de Salud de la Generalitat de Catalunya ha decretado, a partir del lunes 16 de marzo, el cierre de colegios en Catalunya, incluyendo el Liceo Francés de Barcelona, con casi 3.000 alumnos matriculados, además de personal docente y personal administrativo y de cocina.
Precisamente el Liceo Francés de Barcelona está ubicado enfrente del Real Club de Tenis Barcelona, que es donde se tenía que celebrar el torneo internacional. Las instalaciones móviles tales como andamios y asientos del Open vienen de Holanda y la afluencia de público hubiera supera, con creces las 1.000 personas diarias venidas de todas partes, incluyendo tenistas italianos.
La grave irresponsabilidad a la que nos avocaba la alcaldesa, única y última responsable en definitiva de la autorización para la celebración del Torneo Godó, contrastaba con la decisión de otras entidades deportivas, como el Real Club de Polo que ya había decidido suspender cualquier competición deportiva, entre ellas el Campeonato Nacional de Ponys, previsto para estas fechas y con una asistencia de 300 caballos y una afluencia de 1.200 personas.
Además, la actitud permisiva de la Sra. Colau, suponía también poner en riesgo y aumentar la sobrecarga de trabajo de los servicios médicos que tienen que hacer frente a los casos que se están presentando.
China ha controlado el covid-19 fuera de la provincia de Hubei. Ahora sus habitantes tienen una vida normal, tras haber estado encerrados obligatoriamente en casa casi mes y medio. Mientras tanto Colau sigue sin tomar decisiones.
