Opinión

Juicio 17-A: Es Satty flirteaba con Al Qaeda desde 2003

Aunque Es Satty fue investigado en la operación Chacal, el juez Garzón nunca llegó a imputarlo | Sumario de Operación Chacal
photo_camera Aunque Es Satty fue investigado en la operación Chacal, el juez Garzón nunca llegó a imputarlo | Sumario de Operación Chacal

Durante la primera sesión de la que será la última semana del juicio del 17-A se ha podido escuchar la declaración de los dos peritos encargados del análisis de la simbología utilizada por los autores del ataque de Cambrils

Los dos Mossos d’Esquadra han coincidido en su testimonio en que si hay algo por lo que destaca el atentado de la madrugada del 18 de agosto es por la improvisación. La falta de heterogeneidad en cuanto a la estética de los atacantes, entre otros muchos factores, sugiere que el atentado no tuvo una preparación previa. Así lo indica también el hecho de haber elegido un vehículo de tres puertas, en lugar de uno de cinco, del que los atacantes tenían que salir rápidamente para materializar el ataque con armas blancas. Por cierto, cuchillos y hachas que fueron comprados tan solo unos minutos antes en un bazar de la zona. Tampoco el ataque se produjo de manera simultánea ni coordinada con el de Las Ramblas. Todo esto, unido al ritual de última hora en la masía abandonada de Riudecanyes en la que prepararon unos pañuelos rojos con los jirones de tela de una camiseta, termina por constatar que el atentado de Cambrils se gestó de una forma precipitada tras la inesperada explosión de Alcanar. 

La vestimenta de los jóvenes, que llevaban ropas dispares, llama la atención de los investigadores aunque, según su testimonio, no resulta un factor determinante para la investigación. A diferencia de lo que sucede en países de Oriente Medio, no existe una tipología de vestimenta determinada en cuanto a la ejecución de ataques en suelo europeo. Sin embargo, los peritos han resaltado como único elemento homogeneizador el hecho de que tres de los cinco atacantes llevasen un pañuelo rojo anudado al cuello. Los otros dos se encontraron posteriormente en el vehículo volcado en el paseo Marítimo de Cambrils. 

Este pañuelo rojo, presente en otros ataques perpetrados en occidente como el 11S o los atentados de noviembre de 2015 en París, evocan el valor y la valentía del guerrero coetáneo de Mahoma, Abu Dujana, que se ponía el pañuelo rojo como una muestra de su voluntad de morir durante la batalla. Pero para los agentes no se trata solo de un guiño al guerrero. El homenaje a una de las figuras del Islam, pretendía legitimar la acción terrorista a los ojos de la comunidad islámica. Además, el hecho de que los jóvenes decidiesen portar esta prenda tan fuertemente cargada de simbolismo refuerza las dinámicas de cohesión del grupo y refuerza también su determinación de morir al igual que su referente, Abu Dujana, en el ataque que iban a cometer. La colocación de chalecos explosivos simulados también indica la pretensión de los jóvenes de convertirse en mártires durante el atentado. 

Sin embargo, el escaso conocimiento religioso de los jóvenes choca frontalmente con la referencia a este simbolismo litúrgico. El hecho de anudarse el pañuelo rojo hace pensar que tuvieron acceso a la doctrina salafista yihadista a través de una figura que para los peritos sería, indudablemente, la del imam de Ripoll, Abdelbaki Es Satty. 

Es Satty no solo se había erigido como una figura de autoridad ante los jóvenes, a los que doblaba en edad, sino que se había convertido también en una especie de guía espiritual. Se ha podido constatar que el imam de Ripoll poseía amplios conocimientos teológicos e históricos acerca de la doctrina islámica. Pero además, según las investigaciones de los Mossos d’Esquadra, había tenido relación, directa o indirectamente, con individuos simpatizantes de Al Qaeda que aparecen en las diligencias de las operaciones “Tigris” y “Chacal” y que podrían haber estado implicados con los atentados de 2004 de Madrid. Uno de esos personajes con los que Es Satty habría podido mantener contacto es el marroquí Youssef Belhadj, que cumplió condena como presunto autor intelectual de los atentados del 11M y que, casualmente, utilizaba el alias Abu Dujana

Con quien se sabe con certeza que Es Satty tuvo una estrecha relación, ya que compartieron domicilio en dos ocasiones, primero en Jaén y posteriormente en Vilanova i la Geltrú, es con Belgacem Bellil. En el año 2003 un camión cisterna repleto de explosivos voló una base de las fuerzas italianas localizada en la ciudad iraquí de Nasiriyah. El suicida que provocó el brutal ataque en el que fallecieron 28 personas fue, precisamente, el compañero de piso de Es Satty. 

Comentarios